Somos un grupo de discípulos de Jesucristo, salvos por la gracia de Dios, transformados por el Espíritu Santo y seriamente comprometidos a seguirle e imitarle. El factor que nos une es nuestra relación común con Él. Nuestra preocupación principal es seguir a nuestro maestro y Señor en cada detalle relacionado a la fe y la vida.
Creemos que el corazón de Dios es claramente revelado en el sacrificio de Su Hijo en la cruz. La muerte de Jesús y Su resurrección forman las doctrinas fundamentales de nuestra fe. Por medio de Su muerte obtenemos el perdón de nuestros pecados, y a través de Su resurrección recibimos la promesa de vida eterna.
Nuestra misión es “glorificar a Dios, ministrando y evangelizando al mundo, bautizando a todo creyente e instruyéndolo para crecer en la gracia de Jesucristo.” Nuestra visión es ser una iglesia unificada y creciente, en la que cada miembro es un verdadero discípulo de Jesucristo, dedicado a Él y a Su palabra, sirviendo a otros gozosamente y adorándole en Espíritu y verdad.
Como congregación estamos comprometidos a amarnos los unos a los otros como Jesús nos amó (Juan 13: 34-35). Por tanto buscamos como deshacer las barreras sociales, políticas, nacionales y raciales que tienden a dividir a la mayoría de los seres humanos. Cuando usted nos visite encontrará el amor de Cristo demostrado en la unidad de este diverso grupo de creyentes que componen nuestra congregación.
Como discípulos de Jesucristo estamos comprometidos a retener firmemente las enseñanzas de nuestro Señor. Nuestro deseo es estudiar cuidadosamente la Palabra de Dios para identificar estas enseñanzas, guardarlas y compartirlas con otras personas. Hacemos esto no en un espíritu de arrogancia, sino con humildad y gratitud.
No nos creemos mejores que nadie. Estamos convencidos que Dios nos ha bendecido ricamente más allá de lo que merecemos y estamos agradecidos por eso. Siempre tenemos presente que Dios perdonó todos nuestros pecados por medio de Jesús (Romanos 5:8-9). Así que nuestra meta es reflejar el maravilloso amor de Dios lo mejor que podamos dentro de nuestras limitaciones, y tener vidas dignas de él.
Si usted vive en la ciudad de Miami, o está de visita en nuestra ciudad, en el nombre del Señor le invitamos a que nos visite y sea parte de lo que Dios está hacienda entre nosotros.